CARTE BLANCHE HERMÈS
Con el objetivo de promover y difundir el conocimiento del arte, Hermès ha mantenido desde sus orígenes un estrecho vínculo con la cultura desarrollando numerosos proyectos artísticos con artistas contemporáneos y jóvenes talentos. De este modo, cada año, la firma escoge un tema que vehicula cada una de sus acciones bajo un concepto común. En este contexto, nace el proyecto carte blanche que Hermès ha confiado a Pamen Pereira y que bajo el título El don del tiempo, el lema de la firma para 2012, explora el concepto de tiempo y memoria en una instalación artística que ocupará el escaparate y, por primera vez a nivel mundial, el interior de la tienda de Hermès en Paseo de Gracia. Se trata así de una intervención efímera y exclusiva para la tienda de Barcelona que únicamente podrá verse del 12 al 29 de septiembre de 2012.
Dentro del programa cultural que Hermès desarrolla a nivel mundial para promover y dar a conocer el arte contemporáneo y así afianzar su estrecho vínculo con el mundo de la cultura, la maison francesa presenta en su tienda de Barcelona una intervención artística desarrollada por la artista gallega Pamen Pereira bajo el tema “El don del tiempo”, el lema de Hermès para 2012. En esta colaboración carte blanche la firma ha cedido total libertad a la artista con el objetivo de lograr un enfoque singular y de vanguardia sobre una realidad cotidiana tal como un escaparate. De este modo, la instalación que firma la artista gallega reflexiona sobre la fugacidad de la naturaleza fenoménica y la relación entre instante y eternidad.
El carte blanche a Pamen Pereira representa un punto de inflexión respecto a proyectos anteriores del programa cultural de Hermès ya que es la primera vez que la maison ha confiado en un artista español. Asimismo, se trata de la primera ocasión en la que la instalación sale del escaparate para ocupar parte del espacio de la boutique convirtiendo su interior en parte de la performance y entendiendo esta “invasión del espacio” como una metáfora del movimiento y la liberación. Se trata así de una instalación de gran impacto visual en el que el espacio se convierte en un lugar onírico en el que pasado, presente y futuro se funden y desaparecen en una dimensión atemporal.
MIL Y UNA HISTORIAS DE AMOR
Sí, creo que estamos ante una gozosa danza.
Una danza dedicada a la historia de amor de una vida, el amor al destino, la suerte y el amor del cambio, y la vida cotidiana, que es toda una vida en sí misma. Está dedicado a la fragilidad de la existencia y a los hilos invisibles que lo sostienen todo.
Los objetos … todos bailan con los cinco sentidos en una alegre reunión de brujas al son del violín, y si el violín del arco comenzara a moverse …
El genio de todos los deseos cumplidos está escondido en la tetera de un Cheval d’Orient y todo ha cobrado vida siguiendo su rastro. La alfombra vuela …
La silla va cabalgando sobre mil una golondrinas …
La belleza nutre el alma, el amor es luz y pura energía.
EL DON DEL TIEMPO
EL MUNDO VISIBLE ES SOLO UNA EXCUSA
Estoy interesada en el imaginario de vuelo desde hace algún tiempo. El aire es un elemento que juega con ventaja a la hora de referirse a la imaginación dinámica.
En Air and Dreams, Gaston Bachelard nos dice que la imaginación no es precisamente la capacidad de crear imágenes, sino la facultad de deformar las imágenes ofrecidas por la percepción: «Si una imagen presente no nos hace pensar en una imagen ausente, si una imagen ocasional hace no dar lugar a un enjambre de imágenes aberrantes, a una explosión de imágenes, no hay imaginación.”
En este trayecto continuo de lo real a lo imaginario es donde me muevo con comodidad, así que apuesto por iniciar el vuelo en un itinerario donde la imagen poética opere como don “conductor” y desmaterialice la realidad o, mejor dicho, la vuelva ambivalente, una conjunción de real e imaginario.
Aplicando esta fuerza de la imaginación dinámica de la que habla Gaston Blachelard, propongo imágenes de ese “impulso ascendente”. Imágenes poéticas en las que el movimiento producido tenga la fuerza liberadora del vuelo. Y aprovechando las connotaciones de esta imaginación espacial aérea de impulso vertical, como son la trascendencia del ser que vuela, el grado más alto de liberación de las formas, y del vuelo como la metamorfosis más deseada de lo humano, para alcanzar al aire más puro, y la cima más alta de la montaña.
La imaginación dinámica nos otorga el don de volar como si estuviera en su propia naturaleza, desafiando la contundente lógica de la gravedad.